Amamantar a tu hijo es la mejor forma de alimentarlo, ya que la leche materna tiene todos los nutrientes que necesita para su desarrollo y es un modo más de transmitirle todo tu afecto.
Los beneficios de la leche materna
- Protege los dientes de tu bebé, porque la leche materna tiene sustancias que actúan como anticuerpos capaces de evitar el avance de microorganismos.
- Protege a tu bebé contra la diarrea, y además la cura.
- Cubre sus necesidades de agua, aún cuando hace calor.
- Contiene todas las vitaminas que tu bebé necesita, salvo la D, que en general, el pediatra receta vía oral y cuyo costo está cubierto hasta el primer año de vida.
- Contiene la mezcla correcta de grasas, azúcares, proteínas y minerales en un equilibrio perfecto.
- Lo defiende contra infecciones severas, protegiéndolo sobre todo de las enfermedades infecciosas.
- Está libre de gérmenes porque contiene anticuerpos IGA secretatoria, linfocitos (productores de anticuerpos), macrófagos que fagocitan los gérmenes destruyéndolos, lactoferrina (que inhibe el crecimiento de Escherichia Coli), lisozima (bactericida) y un factor bifidogénico (inductor del desarrollo de un germen que impide el crecimiento de patógenos en el intestino).
Los bebés amamantados
- Tienen menor riesgo dentario con problemas de mala oclusión y menos necesidad de ortodoncia cuando llegan a la adolescencia, porque la leche materna tiene sustancias que actúan como anticuerpos capaces de evitar el avance de microorganismos. Los odontólogos sostienen que los bebés amamantados tienen mejor desarrollo mandibular.
- Los bebés amamantados son más sanos y delgados porque la leche vacuna tiene grasas que el bebé no necesita. Además, se enferman menos veces y con menor gravedad.
- Son más vivaces, duermen menos, se ríen antes, miran fijamente y reconocen las caras antes porque están más estimulados.
- Tienen menor riesgo de otitis media que los alimentados con mamadera, porque la apertura de la boca para mamar descomprime el oído medio.
- Están piel con piel con mayor frecuencia y facilidad, lo que genera estimulación sensitiva. La experiencia táctil se completa a través de su boca con el pecho de su madre, de una manera más intensa.
- Caminan hasta dos meses antes que los niños alimentados con mamadera.
- Los procesos alérgicos son menos frecuentes o menos intensos. Si los padres padecen alergias mayores, el bebé tendrá menor probabilidad de padecer eczemas si es exclusivamente alimentado a pecho y su madre hace régimen de comida hipoalergénico desde el último trimestre de embarazo.
- La deshidratación o los procesos respiratorios serios son casi nulos.
- No tienen constipación y son menos propensos a padecer dermatitis de pañal (irritación en la piel de la cola), debido a que la leche materna deja menor residuo fecal, y a que las deposiciones son más blandas y con bajo PH.
- Tienen mejor desarrollo psicomotor, emocional y social.
¿Cuándo empezar a amamantar?
Es importante que empieces cuanto antes con la lactancia. Al principio tus pechos producirán calostro: una sustancia llena de proteínas, nutrientes y anticuerpos que ayudarán a tu bebé a estar más protegido. Tanto tu cuerpo como tu bebé están preparados para hacerlo, pero puede que al comienzo necesites un poco de ayuda. De a poco irás aprendiendo cómo hacerlo de la mejor forma.
La subida de leche
Ocurre entre los dos y los seis días después del parto y es cuando empieza a aparecer la leche materna. En unas pocas horas, los pechos quedan duros y doloridos pero con lo necesario para empezar una nueva etapa.
Puede que aparezcan distintas molestias pero hay diferentes formas de contrarrestarlas:
- Dar la teta más a menudo, ya que cuanto menos le des el pecho más congestionado queda.
- Aplicar bolsas de hielo para aliviar el dolor.
- Aplicar un sacaleches en cada pecho antes de la lactancia.
- Si los síntomas persisten no olvides consultar con tu médico.
No puedo amamantar
¿No podés amamantar? No te angusties, no es la única manera de conectar con tu bebé y alimentarlo. Recordá que a veces hay cosas fuera de nuestro alcance que impiden que el bebé reciba la alimentación del pecho materno, pero eso no debe intervenir en nuestra labor como mamás; acuná a tu bebé, abrazalo, miralo siempre a los ojos y decile cuánto lo amas así lo alimentes con mamadera.
¿Cada cuánto alimentarlo?
Él te va a ir guiando en el ritmo y la frecuencia de las comidas. Dáselo cada vez que lo desee, lo que normalmente suele ser cada dos o tres horas.
Muchas veces empieza a buscarte, abre su boca y se mueve hacia donde cree que puede estar tu pecho. Pone sus manitos sobre su boca o empieza a hacer succión. Otras veces puede empezar a llorar, en este caso tené cuidado porque cuando lo hace es una señal tardía de hambre.
*Te aconsejamos que ante cualquier duda consultes siempre a tu médico pediatra.
Recordá consultar con tu pediatra si tenés alguna inquietud, él es quién más sabe sobre la salud de tu bebé.