A medida que tu bebé crece y comienza a moverse, es necesario que tengas en cuenta varios aspectos que hacen a su seguridad. Porque, si tu hijo se desplaza (ya sea mediante el gateo o con sus primeros pasos) está sujeto a nuevos peligros. Y si bien algunos golpes y caídas son propios de sus movimientos, podés evitar otro tipo de accidentes.
Cuando no llegue a un lugar se las va a ingeniar para alcanzar el lugar más inaccesible. Justamente a partir de que gatea y hasta los 2 años y medio, aproximadamente, no es bueno que lo dejes jugar solo.
Prácticamente, necesita la supervisión constante de un adulto. Por último, la clave de su seguridad pasa por la prevención y anticipación de los problemas.
Nuestros consejos
- Vigilá que no hayan quedado objetos afilados, vidrios, pelusas, monedas, colillas de cigarrillo, fósforos o cualquier cosa en el piso que pueda provocar una intoxicación o atragantamiento.
- No dejes bolsas de nylon a su alcance: son muy peligrosas porque se las ponen en la cabeza o las muerden y pueden asfixiarse.
- Poné protectores de enchufe en todos los toma corrientes que estén a su alcance.
- No dejes colgando los cables de artefactos eléctricos ya que el bebé los puede agarrar, tirar y estos pueden caérsele encima.
- No dejes que un mantel cuelgue, porque tu bebé puede tomar la punta y tirar las cosas que están sobre la mesa, y así, lastimarse.
- Evitá los bordes afilados de las mesas. En el caso de que tengan puntas filosas, poné protectores. Suelen ser de goma o de plástico y redondean sus ángulos.
- Ya que el bebé no comprende del todo el “no”, conviene que saques adornos que se puedan romper.
- Si hay escaleras, colocá barandas que no le permitan bajar o subir solo.
- No guardes productos de limpieza debajo de la pileta de la cocina, salvo que el mueble tenga una cerradura a prueba de niños.
- No dejes restos de bebidas alcohólicas al alcance de tu hijo. Basta una pequeña cantidad para intoxicar a un bebé.
- Guardá todos los medicamentos fuera de su alcance.
- Protegé balcones y ventanas con protectores especiales. Pueden ser enrejados de hierro o de fibra de nylon resistente.
Recordá consultar con tu pediatra si tenés alguna inquietud, él es quién más sabe sobre la salud de tu bebé.