Recién a partir de los doce meses tu bebé puede estar expuesto sol. Sin embargo, no puede hacerlo entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde. Los daños que produce el sol son acumulativos, por eso es bueno que desde pequeño empieces a cuidar su piel con protectores y filtros solares. Los mismos pueden empezar a utilizarse a partir de los 6 meses de edad, incluso aunque no esté expuesto directamente al sol, ya que los rayos pueden llegar a traspasar, incluso cuando tu bebé se encuentre en la sombra
El pediatra o dermatólogo determinará el factor, que seguramente no será inferior a 20 y que será resistente al agua. Acordate de aplicárselo a tu bebé por todo el cuerpo (orejas y párpados incluidos) 30 minutos antes de la exposición solar, y repetir la aplicación cada dos horas o una vez que se haya sumergido al agua o que haya transpirado.
Más consejos:
- También usá protección si tu bebé permanece en la sombra o el día está nublado.
- La arena, el agua y la nieve aumentan los efectos del sol.
- Ante la duda con respecto a un lunar, peca o mancha, consultá con tu pediatra o tu dermatólogo.
- A la hora de pensar en las vacaciones, pensá en los lugares más aconsejables para tu bebé.
- Si quedó el protector solar abierto del veraneo anterior, es mejor desecharlo y usar uno nuevo.
- Mantené el nuevo envase siempre bien cerrado, fuera del alcance del sol y el calor.
- No le pongas perfume ni lociones que contengan alcohol.
Irritaciones y alergias
Aún en esta etapa su piel sigue sensible. El calor, por su parte y en especial en los climas húmedos, hace que sus poros se obstruyan y aparezcan unos pequeños granos rosados llamados sudaminas. Son totalmente inocuos y desaparecen, o sólo permanecen en los pliegues de la piel.
En cuanto a las alergias, la mayoría se producen por exposición a sustancias que se encuentran en el ambiente llamados alergenos. Además de provocar una acción irritativa e inflamatoria de las vías aéreas superiores (rinitis, conjuntivitis) o inferiores (asma), los alergenos pueden causar urticaria y eczemas en su piel.
¿Cómo prevenir las alergias?
- Usá aspiradora en las alfombras.
- Tené pocos muebles y libros en el dormitorio de tu bebé.
- Lavá con frecuencia las sábanas, frazadas, cortinas y muñecos de peluche de tu bebé.
- Cubrí el colchón y las almohadas con fundas impermeables de tela de avión.
- Ventilá regularmente las habitaciones.
- Intentá que los animales domésticos estén fuera de la casa o si están adentro, que no duerman ni permanezcan en el cuarto del bebé.
- Erradicá la presencia de cucarachas.
- No fumes en la casa.
- Vigilá el uso de productos de limpieza y desodorantes de ambientes. En caso de que los uses, ventilá el ambiente en forma adecuada.
- Recordá que la lactancia materna protege a tu bebé de las posibles alergias.
Picaduras de insecto
A veces, los mosquitos y otros insectos se ensañan con tu bebé. A continuación te damos algunas recomendaciones para que estos bichitos no lo "devoren":
- Usá lociones insecticidas con moderación y aplicalas sobre la ropa de tu bebé y a su alrededor, pero no directamente sobre su piel. Usá tules y mosquiteros. Repetí la aplicación cada 4 ó 5 horas.
- No son del todo recomendables los repelentes que tienen una sustancia llamada n-dietil-m-toluamida (DEET). Tampoco son aconsejables los aerosoles que poseen órgano-fosforados en ambientes cerrados en donde se encuentre tu bebé.
- Los más recomendables, y que podés usar sin riesgo, son las cremas y lociones a base de citronella. En este caso, sí podés aplicarlas directamente sobre la piel de tu bebé.
- Las pastillas que se conectan a la corriente eléctrica mediante dispositivos especiales te pueden ser útiles si tu bebé permanece en la casa, lo mismo que los mosquiteros en todas las ventanas y los especiales para la cuna.
Recordá consultar con tu pediatra si tenés alguna inquietud, él es quién más sabe sobre la salud de tu bebé.