¿Cuáles son las posibles causas de los cólicos?
Aunque  no existe una sola causa que los provoque, se pueden inferir algunos factores  importantes en la generación de los cólicos en el lactante:
Inconvenientes  con la técnica alimentaria
La ingesta excesiva de aire que se provoca al succionar el pezón o la tetina  pueden provocar cólicos en el bebé.
Ansiedad y/o aumento de actividad familiar en el hogar
Los cólicos pueden producirse en cualquier hora del día pero es notable que la  mayoría acontece en el horario que va desde las 17 a las 22 horas  aproximadamente.
Esto tiene relación con un aumento de las actividades en el hogar como la  llegada de los hermanitos de la escuela, del padre del trabajo, visitas de  familiares o amigos.
Exceso de alimentación y hambre
Tanto el hambre como la sobre alimentación pueden producir o simular la  presencia de cólicos.
Factor psicológico
Se presume que uno de los factores que puede provocar cólicos es la percepción  por parte del bebé de la ansiedad de la mamá, sobre todo si es primeriza.
¿Cómo  tratarlos?
El primer  consejo es tener paciencia, ¡mucha paciencia!
La mamá o el papá deben tomar la situación con serenidad e intentar relajarse  primero para lograr relajar al niño. Hay que tener en cuenta que lo que  reconforta a un bebé puede no calmar a otro, es por eso que siempre hay que  buscar diferentes soluciones hasta encontrar la que le haga bien a cada bebé.
En el momento de la alimentación, antes  o después, incorporá  el "provechito".  Colocá dos o tres minutos al bebé a la altura del hombro dándole unos suaves  golpecitos en la espalda para lograr la necesaria expulsión de aire.
Dale a tu bebé un chupete. Algunos  bebés están más tranquilos cuando están chupando algo.
Incorporá masajes diarios a la rutina de tu bebé. No esperes a que tenga cólicos  para realizarlos. Masajes abdominales, movimientos de "pedaleo de  bicicleta" del tipo pasivo, flexionar y estirar suavemente las piernitas  del bebé acercándolas y alejándolas del abdomen, son movimientos que favorecen  la expulsión de gases.
Si el bebé está con dolor, alzalo y  colocalo boca abajo apoyándolo sobre tu brazo y realizá movimientos rítmicos,  meciéndolo suavemente. No lo pases de brazo en brazo ya que sólo conseguirás  aumentar la situación de tensión. Usar una luz tenue y música suave puede  ayudar a relajar al niño.
Por último y más importante, consultá  siempre al mejor amigo de tu bebé, el pediatra.
Fuente: Dr. Diego Pochat - Médico Pediatra Nro M.N. 72.005
 
						
					Recordá consultar con tu pediatra si tenés alguna inquietud, él es quién más sabe sobre la salud de tu bebé.