El contacto piel a piel ayuda a que los bebés se relajen, por eso es muy bueno cuando están “pasados de revoluciones”, ya que les ayuda a evacuar cólicos y fortalecer su sistema inmunológico. También los ayuda a fortalecer su esquema muscular. Las mamás, por su parte, se sienten más cerca de sus hijos y descargan tensiones. El contacto con la piel del bebé fortalece el instinto maternal y lleva a que te sientas más autorrealizada.
¿Cuáles son los beneficios que producen los masajes en el mediano y largo plazo?
- Mejoran el humor del bebé, calman el llanto y lo ayudan a conciliar el sueño. Estas caricias inician una relación de comunicación no verbal.
- Incrementan la sensación de confianza y seguridad mutua en la relación temprana entre los padres y el bebé, que más tarde se manifestará en más sensibilidad y atención a las necesidades de sus hijos. Además, ellos crecerán más seguros y confiados.
- El mensaje que recibe tu bebé cuando le das un masaje y una caricia es que “estás interesado en su persona y querés saber cómo se siente”. Afirmarlo, en este sentido, lo ayuda a mantener una relación segura con la mamá, lo que a su vez alienta el desarrollo de la confianza en sí mismo.
Recordá
Lo importante del contacto con la piel, a través de los masajes y las caricias, es que se está transmitiendo una dosis extra de amor al bebé.
Recordá consultar con tu pediatra si tenés alguna inquietud, él es quién más sabe sobre la salud de tu bebé.